El proyecto de LYSA contempla la aplicación de los principios de ingeniería social en el marco de sus proyectos para la evaluación de la demanda y las necesidades específicas de la población y la gestión óptima de los puntos de venta de agua, la comunicación con la población sobre el servicio, la concertación sobre la elección de una gestión o prioridad de acción e incluso para la participación de la población en las obras o en la gestión y supervisión de algunas redes de barrio.
La ingeniería social de un proyecto de agua potable y saneamiento consiste en el conjunto de medidas de acompañamiento al cambio que permitirán:
- Asegurarse de que los logros del proyecto responden a la demanda de los usuarios de agua y de saneamiento y de que éstos están implicados en todas las etapas importantes del proyecto
- Crear todas las relaciones necesarias entre los actores para lograr un trabajo en común y contratar dichas relaciones cuando sea necesario
- Asegurarse de que se reúnen todas las condiciones para que los servicios puestos en marcha en el marco de un proyecto se gestionen de forma sostenible
- Reforzar las capacidades de los actores comunitarios que estarán implicados en la fase de realización del proyecto y en la fase de gestión del servicio
La ingeniería social, por lo tanto, es mucho más que una animación en el sentido estricto del término y requiere animadores bien formados, capaces de definir estrategias adaptadas a cada comunidad, crear o adaptar herramientas de análisis y cursos de capacitación específicos y capaces de crear un vínculo entre aspectos técnicos y socio-económicos.
Concretamente, ya sea como apoyo al desarrollo estratégico de una institución o durante su trabajo en las ciudades en las que trabaja como operador de agua y saneamiento, LYSA ayuda y forma a sus clientes para desarrollar la ingeniería social y, en concreto, hace emerger soluciones participativas que mejoran los proyectos: implicación de la comunidad en las obras, transferencia de responsabilidades comerciales (gestión de puntos de venta colectivos, facturación, cobros, detección de fraudes) , comunicación cercana a las organizaciones de barrio, creación de funciones de animador comercial y de asistencia social a los abonados.