El agua y la cacica
Después de volver añicos las calles, la seguridad, la institucionalidad, la educación, la salud y el medio ambiente, ahora las insaciables ‘esponjas’ de la clase política palmirana van por el agua. Tienen entre ceja y ceja el acueducto y van “a por él”.
Contexto. Hace quince años Palmira le entregó el manejo del agua de Palmira a Lisa, un consorcio francés. Entonces nació Acuaviva, una empresa mixta cuyas acciones quedaron así: Lisa 49%, municipio 41 % y otros (Manuelita, Oriente, etc.) 10%.
Durante 15 años Acuaviva funcionó como un reloj. Ofreció la mejor agua potable de Colombia (cero enfermedades diarreicas), cobertura del 100%, manejo inteligente de las aguas lluvias y las aguas servidas (cero inundaciones) y fue considerada la tercera empresa de acueductos y alcantarillados del país según la Súper de Servicios Públicos.
Acuaviva redujo en un 90% las pérdidas por fugas y conexiones fraudulentas. Gracias a esto el acueducto, que trataba 1.050 litros/segundo en 1997, hoy surte a toda la población con 780 litros/segundo.
Pero tenía un gran defecto: funcionaba demasiado bien, algo imperdonable en Colombia, que necesita Emcalis, no relojes.
Como si fuera poco, Acuaviva no pagó ‘peajes’ ni financió campañas ni fue reducto burocrático de ningún cacique. Y la paciencia de los caciques, se sabe, tiene un límite. Vamos a demostrarles que esto no es Francia, dijeron.
Según informes de buenas fuentes, la cacica mayor, hoy tras las rejas por ‘presunto’ lavado de activos, les exigió a los franceses el 15% de la contratación (es decir, un ‘peaje’ de $ 36.000 millones anuales) para renovar la concesión, que se vencía en diciembre de 2012, pero los franceses dijeron NO. Se irán en junio y Acuaviva se Emcalizará.
El alcalde Rátter López (empleado de tercer nivel de la cacica) argumenta que los franceses se están llevando unas utilidades que podrían quedarse en Palmira. Y le creeríamos si acto seguido la Administración Municipal no diseña un pliego de condiciones para la licitación del manejo del acueducto que deja por fuera a cualquier operador colombiano. El pliego está hecho sobremedidas, dicen los entendidos, para Aguas de Barcelona, una empresa, supongo, generosa en el pago de ‘peajes’.
Previamente, López le había encargado un estudio del caso a Development & Investment Consulting Group, es decir, una firma bogotanísima, como su nombre lo indica, y cuya estrella era Eva María Uribe. La bella ‘Gurú’ cobró $ 800 millones por emitir este sesudo Dictamen Investment Consulting: “Acuaviva puede ser remplazada por una empresa pública, privada o mixta”. Mejor dicho: el partido puede ser ganado, perdido o empatado. ¡El que sabe sabe!
Aún falta lo mejor: para blindar el acueducto, los franceses ofrecieron regalar sus acciones en Acuaviva a los usuarios (no al municipio), representados por los directores de la Universidad Nacional, la Cámara de Comercio, Comfandi, el obispo y los Rotarios. ¿Adivinen que respondieron estos notables? Que no, que gracias, que su objeto social no era el manejo del agua.
Bueno, eso dijeron en público. En privado reconocieron que no querían indisponerse con la cacica.
Que nuestros políticos se porten como ratas no es noticia. Pero que los prohombres de una ciudad actúen de manera tan cobarde y acomodada, produce un efecto profundamente desmoralizador.